Playas de Porto Santo desde Vila Baleira a Ponta de Calheta

El gran atractivo de Porto Santo es, sin el menor género de dudas, su enorme playa de arena, que se extiende por 9 km desde Vila Baleira a Ponta de Calheta, uno de los lugares predilectos para nadar en toda la isla, además de un estupendo sitio para comer o tomar un cóctel al anochecer. Esta playa es muy famosa en Madeira, ya que en la isla vecina no se puede hablar de playas de arena con estas características. El agua, cálida debido a la Corriente del Golfo, y las agradables temperaturas atraen cada vez más a visitantes foráneos. Gracias a estos grandes espacios abiertos, no encontrará veraneantes pegados unos a otros en la playa, como ocurre en otros muchos complejos similares de Europa.

Se dice que las suaves arenas poseen excelentes propiedades curativas para dolencias tan diversas como el reumatismo, el raquitismo o las varices, por lo que verá a menudo personas enterradas en la arena hasta el cuello. De hecho, los informes médicos corroboran estos resultados, aunque el hecho de que se deba a las propiedades inherentes de la arena o a que la Playa de Porto Santo es un auténtico santuario del relax, sin los típicos vendedores o el ajetreo de la orilla, es algo que queda abierto para el debate.

Tras las dunas, cerca del aparcamiento de la Playa Ribeiro Cochino, se encuentra la Capela do Espírito Santo (siglo XVII), que posee obras del pintor flamenco Van Cleve. La mayor parte de la iglesia actual, sin embargo, es una reconstrucción del XIX, siendo además el punto central de las festividades de mediados de verano. Un poco más al oeste se encuentra la Capela de São Pedro, también de estilo manierista (siglo XVII), pero restaurada en la actualidad, donde se celebra el día de su patrón (29 de junio) una fiesta muy popular en la isla.