Comercio y Turismo

Las uvas de Porto Santo no solo se utilizan para hacer un vino local pasable, sino que se envían a la isla vecina para la producción del vino de Madeira. Las viñas crecen en las arenas volcánicas calientes cerca de la playa y no en parras, por lo que se dice que le dan un sabor particular al vino. Quedan pocas evidencias del cultivo de caña de azúcar que plantaran los primeros habitantes y los molinos abandonados es todo lo que queda del pujante comercio del trigo de antaño, que surtía de harina a los barcos en ruta hacia América. Los hornos de cal en ruinas también son el testigo mudo de la industria de la cal y el cemento que floreció el último siglo. Hoy en día, la agricultura y la pesca están dirigidas al consumo local, por lo que la principal baza económica de Porto Santo resulta ser el turismo.